sábado, 2 de agosto de 2014

Poder obrero. México : Frente Auténtico del Trabajo : Fundación Friedrich Ebert Stiftung, 2009. 93 p.

Índice:
Poder Obrero. La lucha de los trabajadores de Spicer por Paco Ignacio Taibo II  p.5
Antonio Villalba : la ceremonia del adiós por Luis Hernández Navarro p.27
Cómo se obtiene un registro sindical en el culo del diablo por Janette Góngora, entrevista con Antonio Villalba p.29
Soy obrero ¿y qué? por Margarito Mendoza p.35
Pagando por trabajar : la lucha por la dignidad en las gasolineras del DF por J. Alberto Fernández p.47
STRACC, la utopía alcanzable por Salvador Arellano p.50
Algunas historias que se desprendieron de perseguir la utopía por Esperanza Gómez Villa p.55
Contacto en Italia : la presencia del fascismo en la legislación laboral mexicana por Jorge Robles p.64

"Historias de vida y de lucha sindical"
"En uno de los departamentos se concentraban grandes cantidades de aserrín, y los tenían que ir a depositar a unas tolvas. No tenían cadenas o bandas para transportarla, así qué, cómo podían, lo cargaban y lo sacaban de ahí. Pero un trabajador, nada tonto, llevaba a su caballo y con la ayuda del animal trasladaba el aserrín rápidamente.
Prontamente aprendió que: "a trabajo igual, salario igual" y comenzó a protestar por el atropello que se cometía con él.
El traía a su cabello por cuenta propia, nadie lo obligaba. Los compañeros, entonces, propusieron una reunión sindical para tratar el asunto del caballo.
Yo propongo -dijo alguien,- que al caballo se le consiga un salario por el trabajo que realiza.
Pero ¿cómo le vamos a decir al superintendente que queremos un salario para el caballo?
(...) No sé si agarramos borracho al superintendente, o se le hizo algo natural, el caso es que hasta un convenio con la empresa tuvimos que firmar, y en él se estipuló el salario y la jornada de trabajo del caballo.
Pero ahí no paró el asunto. Alguien dijo qie si defendíamos los derechos de un caballo, éste tenía obligaciones con el sindicato, y que su primera obligación, era precisamente la de afiliarse y pagar sus cuotas.
O que, ¿ queremos un esquirol en el aadero?" Antonio Villalba

"Muchos grupos políticos de izquierda se acercaron a nuestra lucha. Lamentamos decir que de la mayoría no guardamos buenos recuerdos. Llegaron a ver qué sacaban, a criticar desde las sombras, a dividir, o llegaron a ver los toros desde la barrera. Pocos llegaron a servir y a sumarse. (...) Siempre les respondimos lo mismo: 'Si no les gusta la lucha de la clase obrera y no están dispuestos a compartirla: a la chingada.' Las sectas se negaban a reconocer que la lucha obrera, así como suena, eramos nosotros, y ellos los espectadores, los mirones.
(...) Poder Obrero es la lucha directa para destruir el poder de los patrones, para vencer su fuerza y destruir su organización; la lucha directa para ganarles la dirección de la producción y hacerles pedazos sus ideas, su seguridad, su orgullo y sus órdenes, e imponer a cambio nuestra fuerza, nuestra organización, nuestra dirección, nuestras ideas."

Extracto de texto de la contraportada.