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miércoles, 5 de febrero de 2014

Artistas y rebeldes

Rocker, Rudolf. Artistas y rebeldes. --México : Reconstruir, 1989
255 p.

Índice
Presentación p.7
Augusto Strindberg p.11
Edgardo A. Poe p.31
Oscar Wilde p. 49
Gustavo Adolfo Becquer p. 63
Multatuli p.77
Tolstoi, profeta de una nueva era p.87
Carlos Fourier p.99
Pedro José Proudhon p.111
Vida de Bakunin p.137
Tres escritos sobre Kropotkin
I   Kropotkin, el hombre p.167
II  Kropotkin, y el proletariado judío p.176
III Kropotkin, el pensador anarquista p.184
Fermín Salvochea p.191
Pedro Gori p.217
Luisa Michel p.225
Don Quijote p.233
Epílogo p.245

"Rodolfo Rocker
Nació en Maguncia, Alemania, en 1873. Murió en New York en septiembre de 1958. Escritor fecundo, historiador imperturbable, combatiente y pregonero de la cultura y la libertad. En México se conoce parte de su obra ya desde 1925, año en que fue divulgada por los compañeros de Ricardo Flores Magón. Posteriormente otros editores han publicado otros trabajos de su producción intelectual; uno de ellos, Nacionalismo y cultura, va en su quinta edición en lengua castellana y mereció juicios elogiosos de Einstein, Tomás Mann, Bertrand Russell, Lewis Munford, Carlos Monsivais, Octavio Paz y Gabriel Zaid entre otros, considerándola una de las obras más importantes de este siglo.

Artistas y rebeldes tiene la singularidad de haber sido seleccionado su texto de una diversidad de trabajos publicados en la revista Germinal (cursiva), obra escrita en yidish, lengua que Rocker dominaba a pesar de ser alemán. La primera edición, y única en lengua castellana, fue hecha en Argentina en 1922 -traducción del yidish al castellano por Salomón Resnick, por la Editorial Argonauta. De esta obra se publicaron en México las partes de ensayos políticos; en la edición actual sólo se han incluido las biografías de escritores, literatos y pensadores: artistas rebeldes; agregamos un trabajo escrito en su lengua materna - el alemán- por considerar que complementa la calidad literaria de esta edición
.
En 1950, al iniciar la biografía del historiador del anarquismo Max Nettlau, Rocker se expresó así: "El hombre a los cincuenta años ya no es sino una fortaleza asediada por la muerte", escribió antaño Turguenev. No puedo decir lo mismo de mí, a buen seguro porque las enfermedades, al contrario de lo que hicieron con el gran escritor ruso, no se presentaron hasta cumplidos los sesenta y nueve años de edad. Y aún más tarde , al parecer los ineluctables achaques de la senectud, éstos no fueron tales que me indujesen a meditar demasiado acerca de la muerte. Meditación obvia e inútil, dicho sea de paso, puesto que en ella no se sale de nebulosas suposiciones inaccesibles a la penetración filosófica.
Venimos y nos vamos sin saber por qué. Hasta creo que la idea de lo que hemos dejado de hacer en vida nos puede perseguir con angustias harto más punzantes, que la consideración del cercano fin de nuestro camino terrenal. Sólo es verdaderamente feliz quien en el ocaso de su vida está seguro de haber hecho lo mejor posible para abrir ante sí mismo y ante sus congéneres, perspectivas más dilatadas y más altas de nuestra existencia espiritual y social. Quien siente así no ha de temer a la muerte. Viene a él como una amiga: la del dibujo de Rethel, que delicadamente cierra los ojos al anciano compañero, musitando a su oído: "Acabaste de tañer la campana, viejo amigo; ahora te toca el gran descanso". Ocho años más tarde también a Rocker le llegó su descanso.

No creo que su vida haya tenido espacios inútiles; tuvo que sentirse forzosamente feliz, ya que la había llenado de actividades generosas que capitalizó con un bagaje extraordinario de emociones y sensaciones elevadas.

Cuando murió su extraordinaria compañera, Milly Witko, escribió un trabajo, que hemos agregado como epílogo en esta edición, que contribuye a que nuestros lectores entiendan y comprendan a su gran categoría moral, y a la vez, a comprobar como dos seres pueden vivir intensamente su vida dedicados con el ejemplo a sembrar el amor a la humanidad.

Después de lo dicho, no creo necesario agregar algo más a esta presentación. El complemento lo encontrará el lector".

Ricardo Mestre Ventura