Fuimos los dos contra el mundo, desde hace ya seis años juntos hemos escalado los más duros peldaños sin engaños saltando los obstáculos que está vida nos puso con agallas, sin esperar a cambio una medalla. Te escribo estas líneas esturado en mi cama, esta noche en la que largos kilómetros nos separan. Intento rendirle un homenaje a nuestra amistad, lo que este mundo podrido me quita tú me lo das. Solo quiero decirte que cuando te tengo lejos te añoro, me arrepiento de lo poco que nos vemos. Cuando hubo oscuridad juntos nos dimos la luz, que por este buen colega yo me juego la salud, y quisiera que tan solo nos separe el ataúd, lo que yo daría por ti sé que lo darías tú. Y si un día nos fallamos ya nos hemos perdonado, situaciones peores juntos hemos afrontado. Tatuado te llevo, aunque no sea en la piel, juntos le dimos significado a la palabra fiel. Como tú dijiste un día más que un amigo un hermano, siempre que me necesites aquí tendrás mi mano.
¿Sabes que? Que te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel porque eres un amigo fiel. Te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel.
En una ciudad como esta que te convierte en un ogro, conservar más de tres años a un colega es un logro. Escapando de las garras de una sociedad infecta, somos bacterias que contagian la revuelta. Y no estoy de vuelta, pero no son pocos años, los que llevamos perdiendo, los que llevamos luchando, y sin nada a cambio, solo el disfrute personal, que aporta darlo todo y luchar(¿) por un ideal. Pero no es política, no, de lo que te hablo, es la historia de dos vidas, lo que aquí narro, despilfarro; de cariño en unos tiempos duros. Represión y tristeza tiñen el cielo de oscuro y te aseguro, si no nos mató entonces, nos ha hecho aún más fuertes, nos dieron puñaladas, de esas que no se advierten. Mienten si prometieron quedarse, quienes a la primera no dudaron en largarse. Mientras unos en la cárcel, nuestro entorno destruido, pero lo más importante es que nunca hemos huido. Hemos convivido, ya que el verano fue una prueba de que tener cerca un buen amigo vale la pena.
Te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel porque eres un amigo fiel. Te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel.
Esta letra que ahora canto tan solo es un homenaje, una forma placentera de engrasar el engranaje, que bombea el corazón, que no se puede apagar. Los amigos son tesoros y se tienen que cuidar.
Alguna vez te habré fallado, no voy a mentir. Pero si hiciese falta volvería a ir a Madrid, a por ti, con la mochila cargada de ilusión y con deseo, de abrazarte pronto, hermano y compañero. Quizá llegue un día en el que nos separemos, cada uno haga su vida, se separen los senderos, pero como cicatrices quedan los recuerdos. Muchas veces la añoranza es lo poco que tenemos. Espero que de cuidar a este amigo no te hartes, que nos contemos la vida como hacíamos los martes. ¿Cuidarás siempre de que no se apague la llama? Esta es mi última pregunta de la semana.
Te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel porque eres un amigo fiel. Te llevo escrito en la piel, eres un amigo fiel. Te jugarías la piel, porque eres un amigo fiel.